La TDT quiere estar en internet. Y que internet esté en la televisión. Convergencia total. Olvídese de la TDT. Toda la televisión estará accesible en su televisor a través de ADSL y fibra óptica en no mucho tiempo. Es el único futuro posible para la televisión, obligada a ser un medio multiplataforma que debe correr tras sus espectadores en cualquier pantalla.
Los 425 millones de dinero público invertidos en la transición digital, además de la inversión de las cadenas y, sobre todo, de los ciudadanos para reemplazar sus televisores y descodificadores son insuficientes. Ahora la industria corre como loca para fabricar y distribuir descodificadores para la TDT de pago. Y tampoco será bastante.
Porque la televisión del futuro inmediato, al menos la de aquellos que quieran ver programación de una cierta calidad e interés vendrá por internet. Y su canal serán las redes de nueva generación. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones estima que la televisión por internet y sus servicios interactivos será el motor de la banda ancha. En Gran Bretaña la BBC encabeza un proyecto (Canvas) para ofrecer televisión por internet y vídeo bajo demanda. CMT y BBC llegan a una conclusión similar: si no se ofrece un sistema abierto y gratuito de televisión por internet con alta capacidad interactiva, una gran parte de los ciudadanos quedarán fuera del futuro audiovisual, y no sólo para ver series y telerealidad.
¿A qué esperan? Las cadenas ya cuelgan vídeos y ofrecen cada vez más programas en directo en sus webs. Pero sólo para el ordenador y los móviles. La mayoría de los televisores recién comprados no tienen conexión a internet. Todas las cadenas apuestan cada vez más por estar en todas las pantallas. Ahora hace falta contar a los espectadores cuáles son las tecnologías con futuro, acabar la pelea de las cadenas por las migajas de hoy y ponerse de acuerdo en un sistema viable para la televisión y sus espectadores.
Columna en los diarios de Vocento y otros