Participación en tiempo real. Es el mantra de las televisiones en la carrera de la convergencia digital. Arranca la nueva temporada y las cadenas tienen claro cuáles son sus dos grandes objetivos en internet: convertir la Red en un nuevo canal para la emisión simultánea de sus programas y aumentar la participación de los espectadores. Televisión e internet se unen y los canales corren con el viento 2.0 a favor.
La nueva RTVE sin publicidad –pero con más promociones- apuesta por los telediarios en directo en la que será su nueva web de noticias –a partir de octubre- e invita a los televidentes a debatir con los contertulios de Los Desayunos. Antena 3 seguirá profundizando en su apuesta por Facebook y Telecinco quiere además prestarle algo de atención a la TDT con un nuevo informativo orientado a un público más joven.
La tele tiene ventajas para no sufrir la crisis de la música o los diarios. El directo, la participación y los contenidos audiovisuales son las grandes fuerzas de una internet accesible omnipresente y móvil, con vídeo de calidad y cuando una parte cada vez mayor de los telespectadores está en las redes sociales. Internet hace real el sueño de retransmitir contenidos e información en tiempo real, con la audiencia pegada a la pantalla y ansiosa de compartir sus opiniones. Y sin los enormes costes del directo convencional.
La toma de posesión del presidente Obama y la muerte de Michael Jackson mostraron a las televisiones el poder de la retransmisión en directo con participación de la audiencia y el poder de promoción de las redes sociales. En ellas está el público por el que las cadenas se pelean para mejorar su target: jóvenes, grandes consumidores y amantes de series, cine, música o deporte. Para ellos se diseña la nueva temporada. El otro gran ganador es Facebook, la red social que ofrece a las televisiones la tecnología y la audiencia deseadas.
Columna en los medios de Vocento