¡Corra, Mariano, corra, que queda poco tiempo para las elecciones! Fíjese que el presidente Zapatero ya cambió gobierno y discurso para volver a concentrarse en ZP electoral y usted, de vacaciones, de relax, un estado demasiado natural de su ser de registrador acomodado.
¡Corra, Mariano, corra! Llame a Rato rápidamente como le pide Pedro J. Ramírez, ideólogo de la derecha y estratega eximio.
Vuelve ZP enfundado de electoralismo. En Navarra la ha montado como antes en Madrid. Cataluña está patas arriba tres años después de vender la España plural y el Estatut como piedra filosofal del nuevo Estado del talante.
Y nada.
Pero en la derecha el páramo es espectacular tras el gran fiasco de la conspiración del 11-M y la penosa marcha de un líder poco líder pensado para la continuidad aznariana y obligado a ser tirón electoral.
No lo fue en el 2004 y no lo será en el 2008.
Pedro J., gran estratega de esta derecha descabezada, lo tiene claro. Rato. ¿Cómo no erigir en nuevo líder de la derecha a un señor de familia rica que se fue al Fondo Monetario Internacional para vestirse oropeles internacionales y se vuelve -por amor, esto da para un folletón en el ABC- después de asegurarse la pensión de ex presidente?
Un genio. O un vivo, vamos.
¡Corra, Mariano, corra! ¡Llame a Rato antes que Espe Aguirre lo degüelle!
Llame a Rato, hombre, llame a la esperanza -otra- de esa derecha liberal nunca verdaderamente existente para que Pedro J. pueda apoyar con convencimiento al PP.
¡Llame a Rato, Mariano, llame a Rato! Que ZP va como loco sacrificando lo que haga falta y volviendo a dejar las cosas en su sitio simulado para el marketing electoral.
Y como dice Pedro J. en su columna "la mera inercia de dejar todo como está lleva a una muy probable victoria socialista".
¡Corra, Mariano, corra!