ZP ha vuelto. El presidente se viste de máquina electoral con una remodelación de gobierno para retomar la iniciativa política.
Los nombramientos de Carme Chacón, Bernat Soria y César Antonio Molina (paisano y compañero en Diario 16), sumados al cambio de cartera de Elena Salgado, aumentan la presencia y atención a Cataluña (más cuota ministerial, agilizar la puesta en marcha del Estatuto, evitar que se repita la abstención), intentan presentar un gabinete más eficiente, refuerzan el peso político de las mujeres y son un guiño a la España inteligente, la de las letras y la ciencia, con los nombramientos de Molina y Soria.
Salen del gobierno algunos de los ministros más quemados: Carmen Calvo (pinturera), María Antonia Trujillo (ineficiente) y Jordi Sevilla, desvanecido políticamente desde hace tiempo.
Mariano Rajoy ha reaccionado rápido. Contraprograma con una comparecencia esta misma mañana para después de su reunión con la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Zapatero eligió bien el momento. Ayer llamó a José Montilla para comunicarle su renovada apuesta por Cataluña y hoy materializa con los cambios en el gobierno el nuevo rumbo que marcó en el debate del estado de la nación.
Las consignas serán eficiencia en la gestión, iniciativa política, España social y de futuro (ciencia y letras) y entierro de la fallida negociación con ETA.
Si el anterior gobierno estaba pensado para perseguir la paz, el nuevo quiere volver a la realidad y a la ilusión de las cosas cotidianas para ganar las elecciones.
El PP está obligado a cambiar el discurso. Veremos si la rígida cintura que Rajoy mostró en el debate de esta semana es capaz.
P21 | Zapatero acelera y cambia el gobierno