La sociedad de la información está en los programas de los partidos. Rajoy y Rubalcaba se han acordado de internet y las redes de nueva generación, del gobierno abierto, la Administración sin papeles y del canon digital. Pero sobre todo de la crisis del telestado con la TDT y los males de las televisiones públicas. Rajoy aprovecha todas las polémicas de la cibersociedad contra el Gobierno y Rubalcaba abandona sus enmiendas a la política de Zapatero para apostar por la continuidad.
El PP quiere los votos de los indignados contra la ley Sinde y promete un canon digital solo por «uso efectivo» de las obras. Como reclaman sus barones, el PP pretende atajar el telestado con techos de deuda y presupuestos. Pero nada de privatizar las televisiones autonómicas, Rajoy se conforma con aumentar la participación privada en medios de titularidad pública. Un paso más en la privatización de la gestión y la producción sin renunciar al control de la gran máquina de propaganda.
El PSOE reivindica el Plan Avanza y los miles de millones de subvenciones, la reforma de RTVE -tan criticada por el PP- y a las televisiones autonómicas. Insiste en crear un Consejo Audiovisual (CEMA) y lo multiplica con émulos autonómicos mientras el PP lo reduce a una única autoridad de la convergencia integrada con la CMT.
Rubalcaba no reniega del canon ni de una protección de la propiedad intelectual que no favorece el desarrollo de nuevas ofertas y medios digitales. Los socialistas se acuerdan del IVA de los ebooks para rebajarlo al 4%, como los viejos tomos de papel. Muchas promesas y poco plan.
Ninguno define un nuevo servicio público digital más allá de una televisión pública cuya financiación y objetivos son inciertos. A ambas propuestas les falta política: visión de una sociedad que, además de instrumentos, precisa de nuevos principios de colaboración para compartir más y entenderse mejor. Un estado plataforma con mecanismos para una sociedad más participativa y creativa, con menos barreras a la innovación. El telestado vuelve a condicionar un futuro con más pantallas en busca de más sociedad.
Columna en los diarios de Vocento