Thursday, November 24, 2011

Móvil y convergencia 2.0

Los rumores se disparan: Amazon quiere un móvil después de lanzar su tableta Kindle Fire, Facebook también. Es la ley de la convergencia 2.0: la integración de servicios, lo social y lo físico en el aparato que identifica a cada ciudadano como usuario y consumidor. En el negocio está la otra parte de la razón, Amazon es la mayor tienda digital y Facebook el lugar donde todo el mundo está. Ninguno de los dos se resigna a depender de los dos grandes de los teléfonos inteligentes, Apple y Google.

La unión de redes sociales y móvil es el eje de la identidad de dominio público, la que los usuarios publican y comparten con otros en todo momento y desde cualquier lugar. Telefónica ya lo intentó convirtiendo a Tuenti en un operador virtual para atraer a la clientela más joven y otras telefónicas ofrecen móviles con acceso directo a Facebook.

Amazon es la firma que más ha acortado y socializado las compras sin que sus clientes se codeen en una tienda física. En la era del consumo inmediato y social, los grandes almacenes de Jeff Bezos se están convirtiendo en una empresa de hardware. Su lector Kindle y su tableta facilitan y aumentan el consumo de sus clientes cuando los contenidos están en la nube, los servidores donde también domina.

Internet es el sistema operativo de la globalización, Facebook la mayor plataforma social y Amazon la de comercio electrónico. Las redes sociales son plataformas de comunicación e identidad, gran parte de ella se construye con lo que consumimos y compartimos. El móvil borra las fronteras entre lo físico y lo digital con la geolocalización, los códigos QR o el pago desde el teléfono. Es la llave de la convergencia y el consumo 2.0.

La historia de la tecnología mitifica las batallas entre los dueños del software (Microsoft) y el hardware (Apple). Cuando los dispositivos son un commodity y los sistemas operativos se abren (Android) y comparten, todos se pelean por tener sus propios soportes, como los viejos medios y negocios analógicos. La gran diferencia es que los analógicos se agotan en sí mismos mientras los digitales son conexiones entre redes, personas y cosas.

Columna en los medios de Vocento