Los sondeos confirman las sospechas: la victoria del PP parece inapelable y el PSOE se hunde aún más. La confianza en los candidatos sigue siendo escasa, pero Rajoy mejora y Rubalcaba se desgasta. El bipartidismo se erosiona un poco, pero mucho menos de lo esperado tras la indignación de muchos ciudadanos, la protesta contra los recortes sociales y el debate en varias comunidades por las políticas restrictivas de los nuevos gobiernos autonómicos.
Por ahora no hay alternativa y otra vez se demuestra la brecha social y política entre la protesta en internet y las redes sociales, y la movilización de los ciudadanos más activistas frente a la mayoría de los votantes.
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