La prensa económica pugna con la crisis
La prensa económica española sufre una de las peores crisis de su existencia por el bajón del interés en este tipo de información y las dificultades del mercado publicitario. Expansión anuncia una ofensiva de ediciones regionales y Cinco Días cambia de director dentro de una operación más amplia para renovar el diario. Los profesionales que El País envió en comisión de servicios dejan paso a periodistas del salmón.
El sector sufre una fuerte caída de la difusión: diez mil ejemplares Expansión entre 2000 y 2001, y tres mil Cinco Días. La Gaceta de los Negocios, el tercer diario, perdió un millar de ejemplares en el mismo período.
Aplacado el furor del capitalismo popular, a cuyo rebufo los diarios económicos acariciaron el sueño de las grandes tiradas, su incidencia en el común de la población es mínima y su estrategia se han centrado en los cuadros medios de las empresas como público objetivo.
La mejora en la cobertura económica de los diarios y medios generalistas unido al avance de los servicios financieros y de negocios en Internet estrechan su mercado.
Tampoco su calidad o impacto periodístico es apreciable y no acostumbran a ofrecer información de repercusión amplia. La proximidad o redundancia entre fuentes, periodistas y público de este tipo de prensa genera un círculo vicioso cada vez más cerrado. Las críticas de la presidenta de Financial Times, Marjorie Scardino, a sus periodistas por no hacer bien su trabajo y mezclarse en demasía con los ejecutivos deberían ser escuchadas con más atención.