Friday, September 28, 2012

La información se consume en móvil, redes sociales y vídeo


La internet del flujo social, el ecosistema de los streams, es la clave del nuevo consumo de información. Sólo las noticias en televisión resisten el aumento del consumo de información en redes sociales y móviles. En Estados Unidos los medios informativos digitales ya superan (39% de la audiencia) a los que oyen noticias en la radio (33%) o leen diarios (29%). Una tendencia que en países como España se ha acelerado desde 2010, cuando la audiencia de diarios digitales sobrepasó a la de papel.
Los dos grandes motores del consumo de información los dos últimos años -como saben todos los responsables de medios digitales, también en España y Latinoamérica- son el móvil y las redes sociales. En Estados Unidos un 19% de la audiencia consume noticias en las redes sociales -un aumento del diez por ciento respecto a 2010- y un 15% lo hace en el móvil, un incremento del 6% en dos años, según el último estudio de Pew Research.


En España, el consumo de prensa digital a diario en los móviles alcanza al 25% de los usuarios y creció un 4% este año respecto a 2011. El 37% de los usuarios de tabletas leen prensa online diariamente, un 12% más que el año pasado, según el último estudio de IAB y The Cocktail Analysis.
Los nuevos datos confirman una vez más la adopción de los teléfonos inteligentes (smartphones) y tabletas como dispositivos claves para la información. El consumo a través de redes sociales, móvil y vídeo es el nuevo ecosistema de la información, como han demostrado las olimpíadas de Londres 2012 o coberturas informativas como la de las protestas del 25S.


Especialmente entre el público más joven, los medios digitales se imponen a los tradicionales. La consolidación de las redes sociales y de la edición social de la información como nueva agenda informativa supera incluso a la prensa en papel en la mayoría de las edades, impulsada por su enorme penetración.
Incluso medios de referencia como Financial Times alcanzan ya el 20% de su tráfico en internet procedente de las redes sociales, mientras en otros como The New York Times está alrededor del 6%.
En los nuevos medios y los de nicho, el tráfico de redes sociales supera en muchos casos al de los buscadores, que mantienen un 33% del consumo de noticias, según Pew. Esa cifra está bastante ajustada a la media de las fuentes de tráfico de la mayoría de los medios digitales.



El consumidor de información es móvil y social. El smartphone es el acelerador de este consumo, tanto para la información como para las propias redes sociales y obliga a cambiar la estrategia de los medios informativos: impone una programación contextual de los contenidos -por intereses, actitud y dispositivo de consumo-, el aumento de la información en tiempo real y acompañar permanentemente a la audiencia con contenidos, servicios y utilidades, no conformarse simplemente con publicar noticias.
Cuando las pantallas móviles sustituyen al papel y a muchas pantallas fijas, los medios están obligados a convertirse en parte de la identidad de dominio público de los usuarios: la que se construye en las redes para compartir y que representa a cada usuario en el nuevo espacio público de las redes sociales y la hiperconexión.


El tiempo de consumo se desplaza hacia la televisión y los medios digitales, como en el caso de España y otros países. Las pantallas concentran el tiempo y la atención.


El consumo de noticias en aplicaciones también aumenta, especialmente en las aplicaciones de las televisiones, imprescindibles para ver bien los vídeos, el otro gran motor del consumo de la información.
Los datos de todos los estudios recientes ratifican el cambio estructural en el consumo de medios e información hacia las nuevas plataformas y dispositivos móviles. Un cambio disruptivo en el consumo de información.
Los dispositivos móviles no son diferentes a la web, no una mejora. Cuando se lleva un completo ordenador en el bolsillo, permanentemente conectado a internet, toda la realidad y la comunicación se impregna de lo digital. Los móviles conectan al fin el ciberespacio con lo real y reemplazan a los contenidos y a los viejos productos convirtiéndolos en software y permitiendo a nuevos servicios competir e inmiscuirse en cualquier actividad.
Las imágentes son claras: las calles y el transporte cambian cuando un mapa en tus manos permite geolocalizar al usuario, los lugares que le interesan o los amigos/conocidos que le rodean. Comprar ya no es lo mismo cuando dentro de cualquier comercio se usa el móvil para comparar precios y productos en una tienda virtual que se introduce en la cadena de valor del consumo tradicional.
Los negocios (transacciones) y los medios (contenidos) se convierten en software distribuido a través de plataformas (sistemas operativos) operados y propiedad de otros.
El cambio de ecosistema demanda una radical reinvención de los medios y la información para seguir siendo relevantes, conseguir la afinidad con el público, distribuir con más eficiencia sus contenidos y desarrollar nuevos servicios para un consumo a demanda (pull, no push), ubicuo, hiperconectado, en tiempo real y atado al flujo social.