Prisa, como Aznar, apunta a Estados Unidos
El rostro más deseado en el espejo de José María Aznar es estadounidense. El presidente del gobierno ha apuntado reiteradamente que España necesita más presencia en el coloso norteamericano, donde los hispanos crecen en número, en dólares y en poder.
Muchos dicen que el norte del Río Grande será un buen territorio para el próximo retiro –del poder activo y de cuerpo presente– del refundador del PP.
Los hablantes de castellano, spanglish o lo que sea, norteamericanos son también el futuro del Grupo Prisa, según confiesan varios de sus ejecutivos al New York Times.
Jesús Polanco también mira a Estados Unidos con ambición y el dueño de El País y la Ser sueña con convertirse en uno de los media moguls del último imperio conocido.
El poder del Nuevo Mundo une las vidas de dos antagonistas a los que tanto les ha rentado su porfía.
Prisa tiene intereses en Estados Unidos a través de Plural Entertainment y Prisa Inc., englobadas en Prisa División Internacional, S.L.. Sus socios son Televisa y Univision, los gigantes norteamericanos de la televisión en castellano. El uno de Emilio Azcárraga, el magnate mexicano de los medios; el otro de origen WASP.
El New York Times destaca en su artículo cómo los negocios de Prisa en España y Latinoamérica proporcionan el cash flow necesario para la aventura norteamericana.
En España, por su posición monopólica en la televisión de pago como gran vencedor de la guerra digital, perdida por Aznar y Álvarez Cascos, empeñados en crear un frustrado grupo de comunicación dócil y de derecha. Buscando alianzas en tiempos con el propio Emilio Azcárraga padre, valedor del ex presidente de Telefónica Juan Vilallonga.
En Latinoamérica, donde Santillana espera repetir el éxito de los libros de texto que tan buen capital construyeron en los colegios españoles con Franco y Felipe.
Poder, la revista de la comunidad de negocios hispana en Miami, nombró a Javier Díez Polanco gestor del año en 2002 y ya en 2000 definía a Prisa como el grupo de las dos orillas, del Atlántico y del Río Grande, para parafrasear a Carlos Fuentes, uno de lo mayores valores de la compañía en América.
La estrategia de negocio de Prisa es irreprochable desde el punto de vista conceptual: levantar la bandera de España en el mundo al capitalizar la lengua y a sus mayores dominadores (escritores y periodistas) en las dos orillas, y promover su imagen de modernidad y credibilidad.
Lo que dice Aznar. Seguramente el presidente y Polanco se verán en el Nuevo Mundo con mejor cara que en el Viejo.
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