De citas, atribuciones, piratas y otros
Una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 21 de Madrid da la razón a los editores, agrupados en Gedeprensa, contra las empresas de resúmenes o press clipping, un asunto viejo que se ha desbordado con la proliferación de empresas dedicadas al "copia y pega" y algunas páginas y confidenciales de internet.
La sentencia reafirma que la cita sólo puede hacerse en obra propia y con "con fines docentes o de investigación", informa ABC.
Las empresas de press clipping acuden a la Ley de Propiedad Intelectual en su defensa:
Artículo 32. Citas y reseñas.
Es lícita la inclusión en una obra propia de fragmentos de otras ajenas de naturaleza escrita, sonora o audiovisual, así como la de obras aisladas de carácter plástico, fotográfico figurativo o análogo, siempre que se trate de obras ya divulgadas y su inclusión se realice a título de cita o para su análisis, comentario o juicio crítico. Tal utilización sólo podrá realizarse con fines docentes o de investigación, en la medida justificada por el fin de esa incorporación e indicando la fuente y el nombre del autor de la obra utilizada.
Las recopilaciones periódicas efectuadas en forma de reseñas o revistas de prensa tendrán la consideración de citas.
El artículo 17 de la ley deja claro que el ejercicio del derecho de explotación de la obra corresponde al autor.
¿Donde está el límite de la cita? ¿Dónde comienza la apropiación indebida para la explotación de la obra de otros?
Los resúmenes de prensa nacieron para empresarios y políticos, que así leían rápido los diarios que compraban sus secretarias o gabinetes de prensa.
Después vinieron quienes pensaron –y piensan, como dice expresamente alguno– que piratear en internet es más rápido y fácil.
Pero a veces no es tan sencillo distinguir el pirata del reportero.
Los informativos en radio comenzaron leyendo los diarios. Los semanarios han vivido muchos años de los diarios. Los diarios se copian entre ellos, y así…
Revistas como The Week o Reader´s Digest, servicios como Aceprensa han vivido siempre de la obra ajena y el resumen: un trabajo editorial lícito y valioso. Eso sí, siempre que se atribuya y se pague si es el caso.
Incluso la propia revista de prensa –y recientemente el comentario de las tertulias radiofónicas– se ha convertido en un género propio. Como también lo son los blogs.
Es un problema de ética, de decencia y de respeto por la obra propia y por la ajena.
Ahora también hay quien confunde una bitácora con fusilar a otros.
Sorprende también ver como muchos que gritan por sus derechos de autoría en sus empresas fusilan sin piedad a extraños y colegas.
Es de entender que los editores quieran proteger la información que trabajan y editan sus periodistas. Éstos deberían hacer lo mismo con su trabajo y el de los demás.
Un problema gravísimo del periodismo en este país (y en otros, como se puede ver en este comentario de Slate sobre The New York Times) es que ya no se atribuye. Como si atribuir a una fuente autorizada hiciese perder valor a la información o a la opinión. Pues no. Es al contrario: a mayor calidad de la fuente, mejor información.
En la prensa española se ven todos los días datos e ideas sacadas de otros medios y libros sin atribución alguna. La mala práctica de los corresponsales en el extranjero de fusilar los diarios locales sin citarlos es ya patológica, incluso en organizaciones periodísticas muy poderosas y orgullosas de su información.
Abusos hay y habrá de un lado, los que quieren cobrar, y otro, los que no quieren pagar. Para solucionar el problema es mejor ir a su origen y a la responsabilidad individual del periodista: si no plagias tendrás menos posibilidades de ser plagiado, si atribuyes tendrás más posibilidades de que te citen.
Un poco de ética para que luego se pueda distinguir nítidamente al pirata del reportero.
ABC | El derecho de cita sólo se podrá utilizar «con fines docentes o de investigación»
ABC | El Tribunal de la Competencia decidirá en 2004 sobre Gedeprensa
Ley de Propiedad Intelectual | Enlace proporcionado por Javier Díaz Noci
Slate | The Same River Twice
Creative Commons | Licencia y derechos de esta obra, una posible opción