Sunday, May 25, 2003

Defensa de Rick Bragg


A estas horas, si sigue viva, Oseola McCarty llorará la desgracia de Rick Bragg.
"Oseola McCarty pasó una vida haciendo que los demás lucieran. Día tras día, durante la mayoría de sus 87 años, recogió atillos de ropa sucia, la limpió y planchó para fiestas a las que nunca fue, bodas a las que jamás fue invitada, graduaciones que nunca vió…
Durante décadas, su paga – la mayoría en billetes pequeños y cambio– llegó a 150.000 dólares. "Más de lo que yo podría usar jamás", Miss McCarty dijo el otro día con un gesto de autojustificación".


Oseola dedicó el dinero de su vida de lavandera a instituir becas para estudiantes negros en la Universidad del Sur de Mississippi. Bragg la presentó en un reportaje que agujereaba las páginas de ese New York Times que ahora lo suspende por dos semanas. La razón: usar información de un freelance, J. Wes Yoder, sin citarlo ni firmar el artículo con él, según publica la
Columbia Journalism Review.
En Estados Unidos es normal que varios reporteros reúnan información y sólo uno firme. Es el estilo clásico de las grandes revistas como Time o Newsweek. La política del Times dice que el firmante debe "proveer la mayor cantidad de información, en forma de original o, cuando sea necesario, de notas usadas fielmente en la reescritura".
Yoder afirma que nunca pensó en firmar con Bragg: "Yo hice el reporteo y Rick lo escribió, le dió vida y llevó al lector a la escena".
El sur corre por las venas de Bragg, como por las Tom Wolfe, William Faulkner, y una miríada de grandes narradores americanos. Sureño, un pulitzer, varios premios de la American Society of Newspaper Editors. Una larga carrera arañada diario a diario, desde el sur hasta Nueva York. Todo lo contrario que el joven, negro, mentiroso y borracho depresivo Jayson Blair.
El Times siempre ha estado muy preocupado por el qué dirán. Su vergüenza puritana es una venganza contra los orígenes judíos de sus editores. Las malas lenguas hablan de un gesto de desagravio, del rebote del péndulo. Un escarmiento y un aviso de que Blair no cayó por ser negro.
"Antes de que el polvo y la rabia tuvieran la oportunidad de posarse, una fría lluvia comenzó a caer sobre las ruinas de lo que había sido un edificio de oficinas y sobre los hombros del pequeño ejército de policías, bomberos y personal médico que lo rodeaba.
Ellos no estaban acostumbrados a eso, si es que alguien lo está".

Así comenzaba la entradilla de Bragg al día siguiente de la explosión de la bomba de Oklahoma, escrito al filo del cierre.
¿Puede este hombre ser un plagiador? Seguiremos leyendo a Rick.

Rick Bragg se confiesa, se queja de los cierres apresurados y la presión, y anuncia que dejará el NYT en
The Washington Post

La redacción del NY Times acusa a Bragg

Rick Bragg ya no escribe para el Times. El director Howell Raines ha aceptado su renuncia con una nota a la redacción en la que reafirma su confianza: "No nos reconocemos en ese retrato", dice refiriéndose a la acusación del dimisionario sobre el uso y trato dado a los colaboradores.
Raines especifica: "Como regla general, los colaboradores sólo ayudan a los reporteros a cubrir la información. No los sustituyen". Anuncia que el comité interno que estudia el caso de Jayson Blair y el de Bragg emitirá nuevas normas.
Entretanto, las declaraciones de Rick Bragg sobre el uso de colaboradores por el Times ha provocado un aluvión de protestas en la redacción del diario que se pueden leer en el blog de Jim Romenesko. Se pueden encontrar ideas valiosas sobre el valor y usos de la firma.
Una idea a tener en cuenta alude a las exigencias y tensiones que provoca el star system periodístico y cómo perjudica a quienes todavía no tiene su firma en caja alta y negrita.