¡Qué sería de nosotros sin el móvil! Perder el móvil es perder media vida para los nómadas digitales, acostumbrados a comunicarse, informarse, ver vídeos, jugar o escuchar música en su teléfono inteligente. Nuestros contactos ya están en el móvil y en nuestro ordenador a la vez, como nuestros amigos en las redes sociales, ahora sólo falta que los contenidos que consumimos estén en todas partes. El sueño del nómada digital: llevar su vida, sus intereses y sus placeres en el bolsillo.
Dos de cada tres usuarios digitales están dispuestos a abandonar los soportes físicos de la música, las fotos, los vídeos o la prensa para consumirlos sólo en digital. La ventaja: acceso permanente y desde cualquier lugar.
Ya ocurre con las noticias o algunos programas de televisión, pero los medios todavía se aferran a sus soportes, cada vez más abandonados por quienes pueden tener todo al alcance de la mano en un móvil o una tableta.
Móviles, tabletas y videoconsolas son los aparatos deseados. Los datos de la industria indican que sus ventas crecen mientras bajan las de televisiones, ordenadores y teléfonos sin internet. Comunicarse, jugar, ver, escuchar y leer en un solo aparato, personal e íntimo. Esa es la fascinación del nómada móvil.
La industria empieza a reaccionar. Amazon anuncia que cada CD que se compre en la gran tienda digital tendrá una copia accesible en la nube. El cine confía en sistemas como Ultraviolet para ofrecer acceso en streaming a las películas que se compren en DVD. Google o Apple ya ofrecen música, películas y vídeos para cualquier pantalla, pero la unión de ejemplar físico y digital está aún en la infancia. Libros y música todavía diferencian unas copias de otras. Si aún valoras el tacto de un libro no puedes tenerlo a un toque de dedos en tu móvil.
El nómada digital prefiere prescindir de los soportes físicos. No deberíamos estar obligados a tal decisión. La copia digital es tan barata que debería acompañar siempre el libro, el disco o la revista. Mantendríamos la sensualidad y atractivo de lo físico con la comodidad digital.
Columna en los diarios de Vocento