Thursday, May 03, 2012

Dividendo para todos


El modelo de la TDT muere. La saturación de canales no resiste la caída de la publicidad y de la financiación pública. ¿Es hora de cerrar canales redundantes en contenidos y con poca audiencia? El gobierno cree que sí, aprovecha la liberación de frecuencias del dividendo digital para plantear una reestructuración con menos canales, sobre todo públicos. Es la hora de apostar por la televisión híbrida con internet y desarrollar un modelo de servicio público para empujar la sociedad de la información.

Gastar 800 millones de euros en resintonizar antenas y reubicar canales con menos de un uno por ciento de audiencia no es rentable, ni económica ni socialmente, si no se desarrollan contenidos y servicios de calidad. Esa es la oportunidad del dividendo digital y las nuevas tecnologías, no más televisión redundante y de bajo coste.

El gobierno quiere reducir las televisiones públicas, fórmula defendida por la patronal de las televisiones (Uteca) y que las privadas –dominadas por el duopolio Telecinco y Antena 3 - renuncien a algunos canales. Las privadas se quejan de la disminución de su negocio y las públicas de la asfixia de los recortes y privatizaciones.

Reducir la TDT debería sintonizarse con la estrategia de redes ultrarrápidas para aumentar las redes fijas y móviles de nueva generación a precio asequible. Esas redes son los canales del dividendo digital, como fija la Agenda Digital para Europa, pero también el futuro de la televisión y los contenidos cuando crece la audiencia en las nuevas pantallas (TV conectada, móviles, tabletas, videoconsolas), el streaming y el vídeo bajo demanda.

La nueva televisión –a demanda, social y multipantalla- no está en las antenas, sino en las redes. Una televisión con contenidos de calidad, producción propia para promover la industria audiovisual, y digitalización del patrimonio y contenidos culturales y científicos para aumentar el acceso de los ciudadanos al conocimiento, como ya hace Gran Bretaña con The Space. Esa es la estrategia para una sociedad de la información real, no una televisión redundante y una tecnología superada.

Columna en los diarios de Vocento