Friday, June 27, 2003

La entrevista que no fue


Si la realidad no debe estropear nunca un buen titular, tampoco la falta de noticia lo debe hacer. Al menos eso deben creer Raúl Heras y El Mundo.
El pasado jueves, Heras, muy activo en el escándalo de la Federación Socialista Madrileña gracias a sus contactos con el sector de la construcción por las revistas que edita, publicaba una entrevista inexistente con la diputada traidora María Teresa Sáez.
Heras, a la caza de la noticia a toda costa, llama por teléfono a la diputada y reproduce su conversación para convencerla de que hable. En el diálogo la adula y trata con familiaridad, con una proximidad que no existe para el lector y que revela lazos no explicados en la información.
El periodista consuela a la diputada y la presenta como si fuese una figura del socialismo madrileño ("una mujer como tú, muy metida en la lucha en los barrios"), posición desmentida por su propio diario, que en casi un mes de crisis ha destacado repetidamente la escasa relevancia política de la penúltima diputada de la lista socialista (número 47) que consiguió escaño. El Mundo la llamó "la diputada que no habla ni escribe" por su mínimo trabajo en la anterior legislatura y por su silencio en la crisis.
El silencio persiste, pero Heras tiene su entrevista trampa. Un ejemplo de cómo la proximidad a las fuentes, las relaciones inconfesables y el ansia de triunfo emborrona la credibilidad.