Thursday, September 12, 2002

El triunfo de la calidad


Las televisiones españolas dedicaron el aniversario del 11 de septiembre a hacer una demostración más de la técnica de tirar del hilo hasta donde aguante. Frente a una audiencia agotada por un año de saturación informativa, la mayoría de las televisiones se dedicaron a intentar volver a hacer una fiesta frívola con esa materia tan delicada llamada interés humano.
El ridículo para los responsables de informativos y de las televisiones fue espantoso. Nadie, excepto Tele 5 y el sempiterno relegado Documentos TV (TVE-1) –ascendido para la ocasión de su confinamiento en La 2– ofreció nada que no se supiera ya, que no estuviera machacado antes, que no aburriera.
Otra vez las televisiones entendieron el acontecimiento como una demostración de poder con conexiones en directo y reportajes a las familias de las víctimas ya vistas, leídas y escuchadas tantas veces. Todos con el mismo punto de vista, con el mismo enfoque, con la misma blandenguería sensacionalista.
Sólo en Tele 5 se hizo la luz con la emisión de dos reportajes distintos y distintivos. Por una vez se dejó de lado la exhibición de inútil músculo económico, que a esa hora ejercitaban Antena 3 y TVE, además de algunas autonómicas, y se apostó por el mejor material, aunque no fuese de producción propia. El reportaje de los franceses hermanos Naudet desde el interior de una brigada de bomberos y la visión personal del gran héroe de aquel día infausto, el ex alcalde Rudolf Giuliani, contada con maestría por la HBO –la cadena de los grandes éxitos de las nuevas series televisivas– se pegaron con fuerza a la retina de los telespectadores, que matan por un mando a distancia pero no son tontos.
El resultado, 26% de audiencia para Tele 5, 18% para TVE-1 y un mísero 10% para la Antena 3. TVE-1 recuperó algo el pulso con un reportaje minucioso sobre por qué cayeron las torres ofrecido por Documentos TV y el momento absurdo de la noche fue para Antena 3, que entrevistó en directo desde Nueva York a Rojas Marcos, español jefe de los servicios psiquiátricos públicos de Nueva York, que estaba en España. O sea, la audiencia se hundió en el surrealismo de sufrir el retorno de un directo con Manhattan, donde estaba Olga Viza, cuando el entrevistado estaba en el plató de Antena 3 de Madrid codo con codo con el consejero delegado, Ernesto Buruaga. ¡Impresionante!
Afortunadamente, la audiencia volvió a demostrar que no es tan idiota como muchos programadores y gurús televisivos creen.

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