Wednesday, November 17, 2010

Lo que cuesta y para qué la televisión pública

144 euros por hogar. Es el coste de la televisión pública en 2009 según el IV Informe Económico sobre la Televisión Pública en España, realizado por Deloitte y encargado por Uteca, la patronal de la televisión privada.
Un coste similar al de la televisión pública europea, pero que se hace enorme cuando se piensa en las pérdidas de 772 millones de euros, un 8% menos que en 2008, pero muchísimo, y más en tiempos de crisis.
Las subvenciones  ascienden a 1.362 millones, un 26% más que en 2008.
RTVE cuesta 34 euros por hogar, bajo respecto a las grandes televisiones públicas europeas, pero las autonómicas se disparan hasta 110 euros. El coste oscila de los 57 de Telemadrid a los 219 de Baleares y muestran de nuevo dos tendencias:
Las primeras autonómicas con lengua propia mantienen un coste elevado con una herencia de estructuras sobredimiensionadas.
Las nuevas televisiones autonómicas, con mucha tercerización y estructuras más pequeñas, no rebajan costes por igual en todos los casos. Algunas son muy onerosas y más si se compara con sus audiencias.
El coste de las televisiones públicas debe tener muy en cuenta el GRP social, su rentabilidad social. Esa rentabilidad no está reflejada en el informe, pero la opinión general es que deja mucho que desear en gran parte de las autonómicas, demasiado lastradas por el control político.
Con el nuevo escenario digital de convergencia entre pantallas y con un mercado tan abierto como el que ha provocado la TDT, las televisiones públicas y los políticos deben redefinir el concepto de servicio público para aumentar la oferta de contenidos públicos y de verdadero servicio público sin colisión con las privadas.
El otro elemento de reflexión para todos es la información. Los telediarios públicos ganan a los de las cadenas privadas. Un servicio público cada vez más importante cuando las privadas invierten menos en información y sus contenidos se han más sensacionalistas y frívolos.
El servicio público aún es necesario, pero convertirse en una oferta digital de contenidos de dominio y servicio público es una necesidad tan importante como racionalizar y ajustar sus costes. Financiación por resultados y objetivos, no para mantener grandes estructuras.