Sunday, September 14, 2008

David Foster Wallace. RIP


David Foster Wallace ha muerto. Se ha colgado en su casa de Claremont, California. Hace tiempo decía ya a un periodista amigo que cuanto más aumentaba su fama peor se sentía.
Siempre he preferido sus reportajes a sus novelas y sus cuentos. Heredero directo de Don DeLillo o Thomas Pynchon se parecía más a Kurt Vonnegut por la ironía y la mala leche, pero con la sintaxis larga, compleja y entretejida de planos de los anteriores (aunque poco a poco se fue simplificando).
Recuerdo la sorpresa al leer en papel Host, su retrato al estilo de nuevo periodismo de uno de esos radiopredicadores ultraderechistas de la talk radio norteamericana. Host usaba el hipertexto en papel, aunque en la versión que enlazo en The Atlantic los han integrado de una forma más digital. En papel, la sensación de fragmentariedad, de alteridad de planos y de cómo observar la realidad desde diferentes enfoques era más aguda.
Literatura mueble. Convertida en uno de esos grandes aparadores donde se van abriendo cajones de los que salen retazos para trazar un gran mapa del único tema de sus novelas: born in the USA.
Lo dicho. Vonnegut. Kilgore Trout escribiendo su vida en un cine X de mierda e inventando novelas que nunca ha escrito, pero que se venden bien por sus tapas porno.
DFW escribía, como todos los grandes escritores estadodunidenses, una gran novela norteamericana. De Infinite Jest con el mono y la resaca de tanta marcha hasta sus reportajes por las locuras del país de los raros.
¿O los raros son los otros?
Él daba la clave: "escribir ficción asusta, pero no ficción es aún peor, porque la no ficción está basada en la realidad, y hoy la realidad que sentimos es abrumadora y enormemente compleja".
A veces tanto como su sintaxis, retrato psicotextual de sus personajes.
RIP, DFG.

Reacciones en sus club de fans
Su último cuento en The New Yorker