Monday, November 05, 2012

Demasiado deporte y política, pocas mujeres en la televisión pública


En las televisiones públicas sobran deportes (fútbol) y políticos y faltan mujeres. El último Informe sobre pluralismo político del Consejo Audiovisual de Andalucía vuelve a reafirmar algunos problemas endémicos del servicio público de radiotelevisión: el excesivo control y manipulación política, pero también unos telediarios demasiado volcados en la información deportiva y con un déficit de género persistente cuando las mujeres ocupan menos de una cuarta parte del tiempo de palabra en los informativos.
Tres datos preocupantes para el servicio público y la construcción de la realidad que los informativos más vistos crean en una población donde la televisión es el medio de información preferido para más de la mitad de la población (datos 2011).
El informe del Consejo Audiovisual de Andalucía muestra el dominio de los políticos en los informativos andaluces de acuerdo a su representación parlamentaria e institucional en los diferentes gobiernos y vuelve a denunciar la utilización de las televisiones locales como arma de propaganda municipal.


El partido que gobierna el ayuntamiento concentra el 84% del tiempo de palabra frente a un 16% de la oposición. En algunas televisiones como Fuengirola TV o Telemotril la oposición es casi inexistente en unas televisiones locales en las que los ciudadanos no confían: un 52,4% de los andaluces consideran que se utilizan para hacer propaganda de los gobiernos municipales.

En el gráfico superior se observa el reparto de contenidos en los informativos regionales de La 1. Los deportes ocupan un 20% del tiempo. La proporción prácticamente se mantiene en los informativos de Canal Sur donde los deportes ocupan un 18% del tiempo de los telediarios.


El reparto de contenidos es similar en prácticamente todos los telediarios, tanto públicos como privados. La dieta informativa de los españoles es abundante en fútbol y política, pero muy deficiente en otros temas y mantiene una abusiva desigualdad de género.


Con menos de una cuarta parte de presencia en los telediarios (gráfico de La 1, los datos en el resto de cadenas son aún peores), el papel de la mujer en la sociedad se reduce abusivamente y contribuye a mantener una situación de desigualdad muy perjudicial para el desarrollo de una sociedad avanzada.
Esa falta de representación informativa es el retrato de la desigualdad real en la sociedad, pero los informativos públicos deberían hacer un esfuerzo especial en reducir la brecha de géneros y en superar los roles más tópicos y convencionales asignados a la mujer.
En la información política el problema principal continúa siendo la manipulación, pero también la persistencia de cuotas en función de la representación que se alejan a menudo de la importancia e interés real de la actividad y los hechos políticos.
La manipulación exige reforzar la independencia de las televisiones públicas. Pero también cuestionar un sistema hinchado políticamente para extender el control y propaganda de los partidos.
Las cuotas son un atentado al derecho de información de los ciudadanos y la impugnación del periodismo. Los grandes partidos se aseguran el control de la información y la necesidad de reflejar su actividad y posiciones en función de su representación institucional contribuye a desviar el enfoque de la información de lo que se hace a lo que se dice: de los hechos a la propaganda.
Las cuotas empeoran el periodismo porque obligan a cubrir lo que no merece ser reflejado en los informativos y a incluir un exceso de opiniones en lugar de centrar la información en los hechos.
La solución a estos problemas en las televisiones públicas es más periodismo y menos política. Una redefinición del servicio público para asegurar la independencia de la radiotelevisión pública y mejorar los contenidos.
La discusión sobre la televisión pública no deben ser sólo los costes ni una privatización que en muchos casos encarece el servicio público y aumenta los riesgos de corrupción y manipulación politica enmascarada. El debate debería ser el concepto y ámbito del servicio público y cómo mejorar su eficiencia y costes.
La necesidad del servicio público existe, contrariamente a lo que sus opositores denuncian. Pese a todos sus problemas, los informativos públicos son los preferidos por la mayoría de los ciudadanos, por eso es importante aumentar su independencia y calidad.


Los telediarios de las televisiones públicas eran considerados más plurales y objetivos que los privados con una diferencia de 15 puntos en 2011. El cambio en RTVE y la erosión de su independencia por el PP está cambiando esa situación, que se refleja en la pérdida de espectadores. Pero el pluralismo no está garantizado en la televisión pública con el duopolio Mediaset/Antena 3.
La necesidad del servicio público pervive, como la urgencia de mejorarlo.