Tuesday, November 04, 2008

Mobuzz y los viejos errores



Mobuzz.tv, una de las star-up audiovisuales de internet, pide a sus usuarios que la ayuden a conseguir 120.000 euros a través de donaciones para sobrevivir. No es ni será la única de las afectadas por la crisis, pero llama la atención como los nuevos medios vuelven a caer en los problemas de los tradicionales. La quiebra también revela que el negocio de la publicidad en la era de la fragmentación y los precios bajos no es suficiente para sostener muchos medios, por lo que cada vez más se habla de modelos freemium (gratuitos con contenidos o servicios de pago) y de la vuelta al negocio de pago, hoy representado sobre todo por los móviles y la televisión, dos mercados también en plena transformación.
La situación de Mobuzz recuerda la de muchos diarios tradicionales, especialmente locales, que en estos años pasados han afrontado la emergencia de internet y los medios digitales con errores que ahora están pagando. Los principales son:

Crear nuevos medios apostando por el negocio tradicional
Mobuzz se lanzó a la televisión en internet apostando porque la era de la abundancia vivida los años pasados (de tecnologías, medios y publicidad) sería suficiente para lograr un hueco en el mercado publicitario de los grandes anunciantes y las grandes campañas, atraídas por un formato joven y la explosión de la Red. Lo mismo les ocurrió a muchos medios tradicionales sordos a las leyes de la convergencia y a su aserción de que el éxito en una plataforma no garantiza el éxito en otras.

Nuevos medios sin nuevo negocio
La prensa extendió su cartera de publicidad en internet a sus anunciantes tradicionales. La mayoría grandes anunciantes cuando los diarios ya eran demasiado caros para los medianos y pequeños. En los medios digitales tampoco se desarrolló ese mercado, sobre todo en el caso de los diarios locales.
Mobuzz.tv no buscó tampoco esa publicidad y sus costes (50.000 euros mensuales) no se corresponden con la dimensión e ingresos del mercado digital.

Costos fijos altos y escasa flexibilidad
Los costos de la prensa están determinados por la estructura de la industria del soporte papel y por las necesidades de generar información y contenidos propios, siempre caros. La vieja estructura de las redacciones no se ha transformado lo suficiente y cuando se ha intentado ha sido precarizando la situación laboral de los periodistas, más que desarrollando modelos de organización más flexibles y eficientes.
Mobuzz tiene 16 trabajadores para hacer 20 espacios a la semana, además de los costes de producción, de conectividad y técnicos. Una fórmula con poco inventario publicitario que no se puede sostener con el tráfico actual de la web. Aunque sus responsables declaran dos millones de visitas mensuales, esa cifra no se refleja en los datos de Google Trends, donde aparece con menos de 2.500 visitas diarias, ni en el panel de Nielsen, que registra 34.000 usuarios únicos al mes con dirección española.


Escasez de inventario y formatos atractivos
Mobuzz.tv no ha desarrollado tampoco formatos novedosos y atractivos para la publicidad. La paradoja es que su crisis aparece cuando el mercado del vídeo en internet comienza a ser una realidad.
Los diarios, y menos la mayoría de los locales, tampoco han desarrollado ese tipo de formatos, imprescindibles para ofrecer a los anunciantes nuevas oportunidades y una forma distinta de llegar a audiencias fragmentadas y diferentes según los medios.

Gratis no es suficiente
El mercado de contenidos gratuitos no soporta medios de altos costes. La crisis de Mobuzz recuerda la que están sufriendo los grandes diarios gratuitos. Cuando la publicidad crece como lo hizo los años pasados aguanta a muchos medios de gran ambición. Pero cuando comienza a caer sólo los que han desarrollado una gran marca, un público fiel y de buen perfil para los publicitarios, y tienen ventajas competitivas en su mercado, aguantan.
La era de la abundancia ya no soporta cualquier negocio.

¿Será posible mantener el modelo de negocio gratuito?
Cada vez se oyen más voces diciendo que no y hablando de contenidos y servicios premium (de pago) o un modelo fremium (gratis con oferta de pago). Los medios tradicionales saben bien de sus dificultades. Grandes y poderosos medios como The New York Times o El País recuerdan el fracaso de esas iniciativas, aunque todavía no se hubiera inventado semejante nomenclatura.
Los responsables de los diarios digitales discuten a menudo si es posible sostener un modelo de negocio gratuito para la información de calidad.
Esa discusión aparece ahora en muchas empresas de internet a las que los costos aprietan cuando todavía no se ha conseguido un modelo de negocio sostenible o los ingresos son menores a los esperados.
Así que Mobuzz acude a las donaciones y a los micropréstamos con estrategias de marketing viral para pedir ayuda a los internautas. ¿Será la salvación de la empresa? Si esta vez lo consiguen, sobrevivir de ahora en adelante sólo será posible con un modelo distinto.

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