Friday, May 28, 2004

El exorcismo tecnológico del PP

Al Partido Popular la resaca funesta de las elecciones del 14-M le va a durar mucho tiempo. A este paso puede que no se recuperen. Ya no se conforman con imitar los SMS del 13-M, sino que ahora grupos afines al partido conservador usan un popular sistema de peticiones on line, muy utilizado por ONG´s, para lanzar una campaña contra Prisa (el poder fáctico que los obsesiona) y solicitar su inclusión en las listas internacionales de grupos involucrados en acciones terroristas.

El PP sigue sin comprender qué ocurrió y están empecinados en demostrar la conjura universal, y especialmente del PSOE y el Grupo Prisa, para hacerles perder las elecciones y cargarles la culpa de los atentados del 11-M.
Para exorcizar no hay nada mejor que repetir las palabras mágicas del enemigo y así acabar con su poder taumatúrgico. Es lo que los responsables del PP, con su estratega Juan Carlos Vera a la cabeza, intentan hacer con su campaña Vota PP. ¡Pásalo!.
En breve los teléfonos móviles de los militantes del PP parpadearán con el mensaje para que a su vez lo pasen a todos los nombres de su agenda.

El PP demuestra su ignorancia sobre el poder de la espontaneidad y lo patético de imitarla.
Los emisores y receptores de mensajes SMS que reventaron la campaña del 14-M no actúan al dictado de una radio.
Cuando el PP intentó convocar a sus votantes a través de móviles en un acto de desagravio ya se demostró su escasa capacidad de movilización.

La fantasmagórica campaña lanzada contra Prisa por organizaciones como No callaremos, un grupo creado a mediados de abril para promover campañas contra el PSOE y sus aliados, desvaría acusando al imperio de Polanco de aprovecharse de los atentados del 11-M para provocar el vuelco de las elecciones.

Estas cosas no pasaban antes. La política en la Red y por SMS es más divertida.

Petición de Investigación y Bloqueo de bienes y cuentas de Grupo Prisa S.A. en U.S.A. y U.K.
Partido Popular
No callaremos
Periodistas 21 | El día que los SMS cambiaron la política