Friday, January 21, 2011

Diarios con aplicaciones móviles baratas


The Guardian ha cambiado su estrategia de negocio móvil. Como ya había anunciado hace tiempo, su nueva aplicación de iPhone deja de ser de pago por descarga para convertirse al modelo de pago por suscripción. Pero una suscripción de 3,5 euros al semestre o 4,7 por un año, muy lejos de los 363,6 euros de la suscripción en papel, un 1,3% del precio anterior.
¿Tiene sentido una estrategia de pago a tan bajo precio?

Los móviles y las aplicaciones -también en iPad y otras tabletas- son el auténtico sustituto de los diarios en papel.
Si los diarios digitales sustituyen a los de papel para casi un 14% de los internautas y la mitad dedican menos tiempo a la lectura de la edición impresa, en los dispositivos móviles la sustitución es mayor, sobre todo si hay que elegir entre pagar por el papel o en las aplicaciones.
Pero The Guardian confía en que los móviles son un mercado con un público nuevo, más que una amenaza sobre el comprador tradicional. El diario ha perdido en 2010 un 12% de su difusión, más de 35.000 ejemplares, con un coste económico de alrededor de cinco millones de euros. Su primera aplicación fue descargada 214.000 veces, con unos ingresos de 600.000 euros.
Si con la nueva aplicación The Guardian lograra mantener los 170.000 usuarios activos de la aplicación por un año, los ingresos podrían superar los 800.000 euros.
Muy lejos de las pérdidas de difusión, pero con más lectores de pago de los que pierde en la edición impresa.
Algo parecido, en mucha menor medida, ha ocurrido con Orbyt, el kiosco de pago de El Mundo y Unidad Editorial. La última cifra de abonados es de 15.000, aunque se incluyen promociones y suscriptores del papel.
La estrategia de The Guardian sigue centrada en aumentar sus lectores, no en sostener el negocio a corto plazo con precios y suscripciones digitales más caras. Por eso también su aplicación de iPhone seguirá siendo gratis en Estados Unidos.
Avanza en la idea de mantener una fuerte oferta gratis para sostener el negocio de pago dando pasitos para lograr más ingresos por usuario sin espantar a los nuevos clientes. Primero la gratuitdad (web y versión móvil), después aplicación móvil de pago por descarga (one shot) y ahora un primer modelo de suscripción que seguramente con el tiempo aumentará de precio y flexibilizará el pago si Apple se decide a poner en marcha un modelo de suscripción real, como demandan los medios.
En The Guardian saben que las aplicaciones de noticias e información son mayoritariamente gratis y que es difícil convertir usuarios gratuitos en suscriptores.
Pero con el aumento de consumo y lectura a través del móvil, cuando en países como España hay más de 4,6 millones de smartphones y el 25,4% de los usuarios se conectan a internet en movilidad, plantearse una estrategia de movilidad es obligado.
Otros medios como The New York Times se inclinan por el modelo de pago por intensidad (metered paid) con precios más acordes a los costes, 20 dólares al mes, según las últimas informaciones.
Pero el impacto de cerrar el medio digital con un modelo de pago más caro puede ahuyentar a más consumidores, como le ha ocurrido a The Times al no sostener una estrategia freemium.
La cuestión está en la capacidad de generar ingresos publicitarios, tanto en la web como en el móvil, que equilibren las cuentas. Pero también en seguir aumentando la audiencia y fortalecer un negocio futuro que todavía no se sabe hacia dónde va.
The New York Times apuesta por una transición más rápida hacia el modelo de pago digital, al estilo de Financial Times. El diario económico de Pearson ha conseguido 189.000 suscriptores digitales y su aplicación de iPad ha conseguido 1,18 millones de euros en publicidad. La evolución de su negocio hacia lo digital y los contenidos como servicio continúa.
La evolución hacia modelos freemium multiplataforma es cada vez más clara en los diarios. Y mucho más cuando en la economía digital, móvil y social hay que correr detrás de la audiencia y fijarse más en la rentabilidad por usuario que en las viejas cuentas de la economía de la escasez.