Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Monday, June 24, 2013
Somos vídeo
Primero fue el texto. Después la vida se reflejó en fotos compartidas entre todos. Ahora el vídeo nos anima a crear el mayor documental jamás creado sobre nosotros mismos. El poder del móvil y las redes sociales nos impulsa a convertirnos en directores y actores de nuestros propios dramas y comedias. Todo puede ser un gran reality show cuando hay una cámara de vídeo conectada a internet en cada bolsillo.
Sólo hace seis meses que Twitter lanzó Vine, una aplicación para compartir pequeños clips de seis segundos. Ahora el rey de las fotos, Instagram, adquirido por Facebook hace algo más de un año, ofrece vídeos de 15 segundos con trece filtros para embellecerlos y animar a sus 130 millones de usuarios y a los más de 1.100 millones de la gran red social a compartir sus historias con imagen en movimiento.
Del instante decisivo y el detalle etiquetado de las fotos a las pequeñas escenas. No todos nos convertiremos en Scorsese o en Alan Resnais, pero la combinación de móvil, vídeo y red social es una de las herramientas más poderosas creadas jamás para una recreación de la realidad que aún no sabemos si será la gran ficción de un mundo feliz o nos ayudará a entendernos y retratarnos mejor unos a otros.
Lo peor sería usar la revolución del vídeo en las redes sociales sólo como una cámara infinita de telerrealidad tan tramposa y vacía como la que llena las televisiones.
YouTube popularizó el vídeo. Hace menos de diez años (2005) encontró la tecnología para hacer el vídeo fácil en internet y los grandes servidores de Google le han permitido convertirse en la mayor televisión jamás creada. Twitter y Facebook quieren hacer la revolución del vídeo 2.0 con Vine e Instagram. A la vista está un mercado publicitario de más de cuatro mil millones de dólares que busca en el vídeo online la rentabilidad perdida en la televisión. Nada como la vida propia y la de los otros para captar la esquiva atención de un mundo saturado de entretenimiento.
¿Te animarás a convertirte en tu propio canal de televisión?
Columna en los diarios de Vocento