Thursday, November 29, 2007

Rápido, llamen a Lakoff

A Z, el heterónimo de José Luis Rodríguez Zapatero para las elecciones de marzo de 2008, no le importan los votantes de izquierdas.
Z pide un mandato más a sus votantes para acabar su programa. Pero le tiemblan las piernas con el PP y ha cambiado radicalmente de discurso porque sabe que las elecciones se ganarán de nuevo en el centro cuando ya no hay guerras y aznares contra los que manifestarse.
Nada de propuestas radicales (aborto, eutanasia, pararle los pies a la jerarquía eclesiástica). Y tras el Gobierno de España ondeante de rojigualda hecha logos: Bono.
Sí, otra vez Bono. Después de venganzas y contradicciones, el español más hispánico de las entretelas socialistas vuelve a primera línea política.
Elecciones obligan.
¿Y los catalanes? Otra dura para el PSC. Montilla traga.
España, España no se rompe. Lo asegura Bono como presidente de un Congreso todavía por ganar.
¿Qué?
Pero, oiga, ¿en España hay candidatos a presidentes del Congreso?
No.
¡Y qué más da!
Lo importante es arrebatar el grito de España a la derecha.
Y para eso: Bono. Lo dice Z.
Que sea poco democrático anunciar el premio antes de ganar los votos importa poco.
Rápido, por favor, llamen a George Lakoff, el miembro del comité de sabios que tanto tiempo lleva diciendo a los demócratas que los conservadores les han robado el lenguaje, los símbolos, el marco (framing).
Z lo sabe. No es seguro que lo haya entendido, pero Zapatero es ahora Bambi. Convencido de que la izquierda no tiene a quién votar más allá de algunos partidos nacionalistas, el presidente del gobierno apuesta por ese votante de centro al que Rajoy asusta con la ruptura de España y el frufú de los obispos inquieta.