Toda la temporada de una tacada. Trece capítulos a un clic en cualquier pantalla conectada a internet. Es la apuesta de Netflix con su House of Cards, la primera gran serie producida por el gigante del vídeo bajo demanda en internet, con más de 30 millones de suscriptores. Nada de esperar al estreno de cada capítulo semana a semana en el prime time de las televisiones. La audiencia manda y decide si quiere tragarse este drama político de sopetón o poco a poco.
¿Qué fue de la promoción, las entrevistas con los protagonistas, los medios, el rating de audiencia, etc.? Las urdimbres del gran negocio de la televisión y el cine con su control del tiempo: de la programación y del público. Donde el marketing es tan importante y donde cada rueda de prensa es un capítulo del reality show permanente.
El poder es para la audiencia en la televisión por internet. El actor Kevin Spacey lo define como “un nuevo paradigma”, la primera serie creada para la generación del vídeo bajo demanda. En lugar de grandes campañas de promoción, la serie ha sido recomendada a los suscriptores de Netflix por un algoritmo de personalización. Si has visto otros dramas y comedias políticas, esta te gustará.
Darle a la gente lo que quiere, cuando quiere y con la mayor elección. Esa es la estrategia con la que Netflix espera sumar más suscriptores, e incluso lograr ingresos de la televisión de pago y los servidores de internet. Total disponibilidad y contenidos únicos, que no están en la televisión de pago ni en otros servicios de vídeo online como iTunes o Amazon. El gigante del comercio electrónico también se ha lanzado a la producción propia con otro sistema original: financiar un piloto y producir los que más éxito consiga. YouTube ya prepara suscripciones de pago para algunos de sus canales.
Oportunidad para los productores independientes y la ruptura del monopolio de los grandes de la televisión y el cine. Si la televisión arrebató mercado al cine con las grandes series, comienza la era de los contenidos premium en internet.
Columna en los diarios de Vocento