Monday, March 31, 2003

Una reflexión sobre los gráficos de la guerra


La primera Guerra del Golfo coincidió con el estallido de la infografía española. La Operación Tormenta del Desierto despertó el saber y gusto de periodístas e infógrafos españoles como en ningún sitio del mundo. Los entonces novedosos El Sol y El Mundo, el primer equipo de Infografía de El País, y los infógrafos de los barceloneses El Periódico y La Vanguardia realizaron un trabajo como nunca se había visto.
Aquella fue una guerra tecnológica, la primera así adjetivada. Fue también la primera televisada y, por supuesto, la primera dibujada por ordenador.
El factor armaméntístico fue entonces crucial y revolucionario. Comenzaba la era digital militar con sus adjetivos "precisión, quirúrgico, monitorizados, guiados por satélite, etc."
Muchos recordarán aquella doble página gráfica central a todo color de El Sol, patroneada por Ricardo Salvador y Luis Mesón, que desplegaba un derroche de cartografía y miniaturización armamentística.
Años después la invasión de Irak es más humana y menos tecnológica. El centro de la lucha vuelve a estar en las ciudades, con las guerrillas, y aquella sinfonía de tomahawks, patriots, scuds y A-10´s ya no es tan relevante ni interesante.
¿No está la infografía española hoy aquejada de saturación de recuerdos, falta de originalidad y un inmenso fracaso cartográfico?
Los dibujos de aviones y equipo de combate no son tan importantes ahora. El Pentágono lo sabe, quiso hacer de la guerra una liberación y por eso reinventó la figura de los "empotrados", que Ernie Pyle (Brave Men) inventó en la II Guerra Mundial.
Sobran armas en los gráficos, que no son inocentes, que aderezan la tragedia para dejarla en videojuego y que incitan la imaginación maltrabada de algunas mentes. Falta buena cartografía para enseñar al lector las dificultades del terreno y porqué 450 kilómetros de desierto pueden ser tan tortuosos, lentos y peligrosos.
Más de una década después de su espectacular nacimiento, la infografía de prensa precisa de un poco de reflexión e innovación.