Thursday, February 27, 2003

Le Monde, acusado


El diario Le Monde, icono de la izquierda exquisita francesa y de la excepcionalidad cultural, sufre las acusaciones más graves que se le han hecho jamás: vender su alma presuntamente incorruptible y traicionar sus principios y a sus lectores. La cara oculta de Le Monde, un libro escrito por dos periodistas de investigación, Pierre Péan y Philippe Cohen, denuncia cabildeo, asesoramiento a políticos, manipulación electoral, falsedad en las cuentas empresariales y una larga lista de abusos.

Los autores, promocionados por el semanario L’Express y Le Figaro, del grupo rival de tendencia conservadora Socpress, tachan al periódico fundado por Hubert Beuve-Méry en 1944, de “moderno Pravda”, dedo acusador y dogmático y de extender un clima de terror aprovechado en beneficio propio por el director del diario, Jean Marie Colombani, el director de la redacción, Edwyn Plenel, y uno de sus columnistas estrella y presidente de la sociedad de lectores (accionista y órgano de vigilancia societaria), Alain Minc.
El libro denuncia además las maniobras de Le Monde contra la aparición en Francia de 20 Minutes, el diario gratuito de moda en París.
Las acusaciones tienen un tufo de lucha de poderes entre dos grupos rivales y Le Monde se ha defendido insistiendo en desvelar una maniobra para truncar su expansión como grupo. El diario es el primer periódico francófono con una difusión de 405.983 mil ejemplares en 2001, un crecimiento de un 18,8% entre 1994 y 2001. Le Monde es uno de los diarios de mayor difusión internacional con casi 60 mil diarios vendidos fuera de Francia el año pasado. Esta expansión le ha permitido comprar varias revistas y un diario regional.
Pero las críticas, no desmentidas puntualmente por el diario, apuntan a su espíritu, más allá de los hechos. Denuncian la deriva de la soberbia intelectual en instrumento económico y de poder, más allá de los legítimos derechos y objetivos de la prensa. Una lección a tener en cuenta.

Le Monde responde a las denuncias
Le Monde est-il un danger pour la démocratie?
Le journal est la cible d'attaques croisées des extrêmes dans des livres pamphlétaires et des libelles depuis les années 1950
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