Tuesday, April 12, 2011

Facebook censura ¡Democracia Real Ya!


Son un puñado de ciudadanos y asociaciones que reclaman otra política. En ¡Democracia real ya! quieren vivir la democracia en tiempo real, como permiten los nuevos espacios de comunicación. Difunden un manifiesto y convocan manifestaciones en varias ciudades. Nada ilegal si esas manifestaciones se autorizan. Pero Facebook sentencia y censura sus convocatorias en esta red social. Sin respetar la democracia ni la libertad de expresión. Sin juicio, sin pedir información, sin avisar.
Es una nueva muestra del control 2.0 de las grandes empresas de internet sobre los nuevos espacios sociales. Como ya ocurrió en anteriores ocasiones, de Wikileaks a la protesta gay contra la visita del Papa.
Otra vez la paradoja del control 2.0: cuando internet y las redes sociales se han convertido en el nuevo espacio público de la democracia, los datos y la actividad de los usuarios están cada vez más privatizados en manos de grandes empresas.
Sin control ciudadano. Desde un despacho de Facebook, Twitter o Google se puede censurar sin ningún tipo de garantía democrática para los clientes y usuarios de esos servicios.
Los responsables de Democracia real ya se han puesto en contacto con Facebook en España para solucionarlo. Pero hace ya muchos años que en este país no existe la censura. Mucha gente ha luchado años contra ella y para garantizar las libertades como para que ahora las empresas de la red social se permitan acabar con los derechos fundamentales de los ciudadanos.
No vale ninguna excusa. La gratuidad de sus servicios no justifica ningún abuso. El usuario tiene derechos inalienables más allá de ningún contrato de servicios. Pero son grandes empresas que demuestran escasa cultura 2.0 a pesar de tanto marketing social.
Esta nueva censura vuelve a mostrar los peligros de la privatización del espacio público y la necesidad de controles legales y democráticos sobre las prácticas de estas empresas.
El neofeudalismo de los abusos corporativos vuelve a demostrar que la concentración de las herramientas y espacios virtuales en unas pocas manos es un peligro para las libertades y la democracia que también ayudan a espolear.
Y reafirma la necesidad de redes libres y de control ciudadano efectivo sobre empresas que controlan nuestros datos, nuestros contenidos y una parte importante de nuestra actividad personal, política y cívica.
En estas protestas ciudadanas contra la partitocracia bien se puede empezar a reclamar a las empresas de internet un respeto a sus usuarios que a menudo compañías como Facebook olvidan. Pero que recordarán si la protesta es lo suficientemente ruidosa, como está ocurriendo con #facebookcensura y #democraciarealya, las etiquetas de Twitter que condenan la violación de derechos por Facebook.