Wednesday, January 23, 2008

Una edil del PP quiere un registro de blogs con DNI

Poco después de que Mariano Rajoy se apunte a las redes sociales para la campaña y a las preguntas por vídeo de los ciudadanos, el PP vuelve a perder la paciencia con los blogs.
Un año después de presentar un acta notarial en el juzgado contra los contenidos y los autores de Cousas de O Grove y Cousas de Cambados, dos blogs críticos de las administraciones del Partido Popular en esas localidades gallegas, el PP de O Grove vuelve a la carga.
La concejala Diana Otero anuncia que pedirá a su partido para conseguir "una propuesta de regulación normativa en la que se obligue a los editores de blogs a constituir un registro con su DNI, mediante el que se hagan responsables de sus contenidos y facilitar que estos delitos no queden impunes y que aquellos que se dedican a insultar y a coaccionar en los blogs puedan ser denunciados por las víctimas".
Otero denuncia la "cobardía" de los críticos refugiados tras pseudónimos.
La ciberdemocracia tiene sus riesgos. Y más donde la democracia todavía no ha creado el suficiente espacio de expresión. Los blogs más críticos toman a menudo el papel que no realizan los medios y diarios tradicionales, bien por falta de información o, demasiadas veces, por su dependencia política y económica de los poderes locales.
La Ley de Servicios de la Sociedad de la Información (LSSI) establece que los titulares de páginas personales no tienen las obligaciones de identificación previstas en la ley si no perciben alguna remuneración por su publicación.
La iniciativa del PP no ha tenido por ahora ningún efecto jurídico, pero la polémica por la libertad de expresión y crítica de los blogs y el periodismo ciudadano vuelve.
En todo caso, si los autores de los blogs han cometido algún delito o falta están sujetos a la legislación común, civil o penal.
La propuesta de Diana Otero es excesiva y no hay ninguna necesidad de crear un registro de blogs. Sus autores tienen derecho al anonimato, incluso para criticar y burlarse. Es la libertad de expresión.
Si los afectados perciben algún daño o delito, los tribunales tienen la ley para actuar.
Pero la política y el poder deben poder ser criticados. Incluso con burla e inquina. Es la democracia.