Friday, April 04, 2003

La guerra se pega a la pantalla


La segunda Guerra del Golfo es también una guerra televisada, como la primera. El 89% de los norteamericanos se informan por la televisión, frente a sólo un 17% que lo hacen por Internet, según un sondeo del Pew Research Center.

Los diarios son la principal fuente de información para una cuarta parte de los norteamericanos y sus webs son las segundas más visitadas (29%), tras las de las cadenas de televisión (32%).
Los weblogs, el medio emergente, han sido visitados ya por un 4 por ciento de los norteamericanos, ocho veces menos que la televisión, pero con un acento en los usuarios que más tiempo llevan en la Red, los más jóvenes y que disponen de conexiones de banda ancha (cable, ADSL), lo que indica su fuerte actividad en Internet.
Tres de cada cuatro americanos han navegado para buscar información sobre la guerra y la importancia de los nuevos medios ha crecido exponencialmente: sólo el 3 por ciento de los americanos decía que la Red era su principal fuente de información sobre el 11 de septiembre, mientras ahora son ya el 17 por ciento.
La audiencia de la Red también acude prioritariamente a las webs de las televisiones, seguidas de los diarios y, en tercer lugar, a las webs del gobierno y las instituciones, que han comenzado a jugar un papel relevante como medios informativos.
Como ya revelaban estudios anteriores, los internautas consumen menos televisión, menos prensa en papel y más radio que los no internautas. Lo que refuerza las teorías sobre la sustitución entre televisión, prensa y web, y la complementariedad de la radio.
El estudio destaca que los americanos acudieron más a la web para informarse en los días previos al conflicto y en los primeros días de la invasión. Por supuesto, los internautas están más en contra de la política de Bush que el resto de la población. Una diferencia que repite y profundiza la que ya existe con los lectores de diarios, más progresistas que los televidentes y la audiencia de radio, dominada en EE UU por los sectores conservadores.