"Google ha puesto en marcha un sistema para crear artículos sobre temas diversos. Es una demostración más del estado terminal en el que se encuentran las disciplinas creativas, pero sobre todo el periodismo".
Mi amigo y admirado Pepe Cervera publica un artículo sobre Knol y la nueva estrategia de contenidos de Google.
¿Va a ser Google nuestro salvador?
Me temo que no y que la estrategia de Google es mucho más sencilla y menos artera: concentrar verticalmente el negocio con tecnología, publicidad y contenidos.
Dice Pepe: "El negocio de Google es encontrar la adecuada información, y aprovechar esa localización para poner anuncios. Pero como no tiene qué buscar, lo fabrica".
Una inferencia taimada.
¿No tiene que buscar? ¿No tiene dónde? ¿Y por qué es un fracaso, sobre todo, del periodismo?
Porque muchos medios desconfían de la estrategia de Google.
Porque hay quien piensa que controlar la publicidad y la forma de acceso a los contenidos es dejar demasiado poder al buscador.
Porque no se puede negociar con Google cuál es el valor del contenido y cuánto el valor de la intermediación tecnológica y comercial.
En todos esos argumentos y más hay razones a favor de unos y otros. Google ha hecho bien su trabajo hasta ahora. No hay duda.
Los medios, no tanto.
Google quiere más contenidos, mejor estructurados y autorizados para una fácil indexación, mejor acceso y con calidad.
Son más páginas, más tráfico, más lugares donde colocar publicidad: más negocio para el buscador y comercializador.
Los medios deberían tomar nota de esas demandas. La mayoría ya lo hacen. Otra cosa es que exista o no ese "fracaso del periodismo" denunciado por Pepe.
El fracaso del periodismo, o más exactamente de la era de la prensa que está acabando, está en gran parte en repetir demasiado contenido procedente de pocas fuentes: mucha información común y reducción en la inversión en información, como repiten todos los informes de los últimos años.
De los knol (artículos web) de Google se espera que produzcan mucho contenido de diferentes autores. Veremos. Recomiendo leer la página que ya existe sobre el tema en la Wikipedia. Habrá de todo, bueno y malo. De calidad y sensacionalista o simplemente pensado para atraer visitas y publicidad contextual.
¿Filtros de calidad?
Ninguno, dice Google. La gente con sus visitas y comentarios.
Jimmy Wales dice que About.com, la empresa que quiso comprar Google y acabó en manos de The New York Times tiene más que temer que la Wikipedia.
Seguramente.
El proyecto de Google, si al final se hace realidad, no será la muerte del periodismo, pero acelerará algunos factores cada vez más claros de este fin de la era de la prensa:
1. El negocio del periodismo debe cambiar: tanto en estructura de ingresos y costes como en comercialización. En los ingresos (gratuidad, comercialización publicitaria, etc.) hay bastante experiencia, aunque queda mucho por innovar y experimentar. Aquí, la concentración, como siempre, es perjudicial.
Pero el mayor problema son los costes. Hacer una reingeniería total del negocio es la mayor dificultad de los medios periodísticos: de los tradicionales y de muchos de los nuevos.
2. Hace falta más contenido de calidad. El periodismo ciudadano, la participación, la facilidad de publicación, los contenidos participativos y abiertos, aportan nuevos modelos de producción y gestión de la información que cuestionan y obligan a
3. Cambiar las redacciones tradicionales. El modelo profesional del periodismo está en crisis. Las grandes redacciones con muchos periodistas bien pagados para hacer un trabajo de calidad son cada vez más difíciles de sostener. Aparecen nuevas redacciones más pequeñas, más especializadas, con diferentes modelos de trabajo. Y tanto periodistas aficionados como especialistas y profesionales independientes están por todas partes y pueden producir, editar y publicar contenidos de calidad accesibles al gran público y con costes mucho más bajos.
Acaba Cervera: "Esa profesión de camino al cementerio, si no espabila".
En ello está, pero no es fácil. Google es un acelerador del problema, no la esperanza.
P21 | Knol y el fin de la neutralidad de Google