El directorio de Le Monde dimite. El Sindicato de Redactores (accionistas del diario) ha bloqueado los presupuestos de Le Monde Interactif quejosos por la falta de retorno de la inversión realizada -el grupo Lagardere posee el 34% del capital de la empresa de internet- y porque LeMonde.fr inquieta a la redacción del diario.
Batalla papel vs. web en todos los frentes.
En un medio con dos redacciones separadas y de cultura muy diferente, los redactores del diario se quejan de que la web no es tan Le Monde como debería y de que no respeta sus derechos.
Los redactores y responsables de la web se sienten perjudicados por la mala marcha del periódico cuando son el primer medio informativo online de Francia en un mercado que crece al 36,7% anual mientras la prensa de papel cae un 8,6% en lo que va de 2007.
En el fondo, una lucha por la propiedad de Le Monde y por su futuro en una empresa en crisis y con la amenaza de recortes de empleo.
Una guerra que amenaza con reproducirse tarde o temprano en todos los diarios que no logren convertirse con éxito en multimedias.
Por eso en España los modelos de integración de redacciones y de fortalecimiento del producto digital corren. A distintos ritmos avanzan, El Mundo, 20 Minutos o La Vanguardia, como también algunos diarios regionales.
El fin de la era de la prensa acaba con sus monstruos sagrados. Es hora de otra cultura, otros medios y otro negocio con sus propias reglas. Muy diferentes a las de la prensa tradicional.
Posiblemente el viejo Le Monde es todo lo que no debe ser un medio digital en internet. Tan distante, tan orgulloso, con una voz tan engolada.
Y no ha conseguido adaptarse, como tampoco lo ha hecho su viejo rival, Libération.
La prensa francesa siguen culpando a otros de sus propios males y se encierra en una Bastilla de corporativismo y viejos modelos.
Pero la audiencia, el mercado y el negocio cambian. Inexorablemente.