Más allá del prime
time hay otra guerra: quién controlará la televisión por internet. El consumo audiovisual
crece en todas las pantallas. Mayo ha vuelto a marcar otro récord de consumo de
televisión con 4 horas y 6 minutos. Más allá crecen los servicios bajo demanda,
la televisión conectada y el vídeo multipantalla: no sólo en la web, sino en
todas las plataformas, del móvil al iPad.
Mientras las cadenas
pelean por la audiencia, vivimos la explosión del streaming y los contenidos
bajo demanda. Primero fueron servicios como Filmotech o Filmin, ahora toda televisión conectada tiene su
videoclub y proliferan otras ofertas como Youzee, Nubeox (Antena 3 y Planeta) o Wuaki.tv. El último en llegar es Google
Play, la tienda de
aplicaciones y contenidos para Android estrena alquiler de películas y otros
contenidos en España.
Junto a ellos, la
oferta en la web y en aplicaciones de las cadenas convencionales, de la
televisión a la carta gratuita a los videoclubs y la televisión de pago a
través de aplicaciones, videoconsolas y descodificadores digitales.
Cuando hay más
televisión que nunca y más vídeo gratuito, la audiencia no se conforma y crecen
los contenidos y los suscriptores de pago. A pesar de la superabundancia de
canales gratuitos, la televisión de pago supera los 4,4 millones de abonados,
un 23% de los hogares, y con mayor gasto que nunca pese a la crisis: la TV
sigue siendo el ocio más barato.
Los expertos anuncian
el futuro de la televisión de calidad en los servicios de streaming y en la
nube, con las series como estrellas para mantener la atención de una audiencia
fiel en prime time y bajo demanda. La televisión ha dejado de ser un sistema
independiente. Tanto productores como cadenas están obligados a estar en todas
las pantallas y todos se quieren convertir en plataformas: cadenas, fabricantes,
y empresas de internet y contenidos digitales. Una batalla con el prime time e
internet como fabricantes de audiencia y el streaming de pago para asegurar la
rentabilidad.
Columna en los diarios de Vocento