Periodismo, medios e ideas | Journalism, media and ideas | Una mirada a los medios, los periodistas y las ideas de la sociedad de la información | A glimpse at the media, journalists and ideas in the information society
Tuesday, May 08, 2012
Una ciudadanía poco participativa en política
El barómetro de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, pdf) muestra un cansancio y un repudio claro de los políticos. Ninguno de los líderes políticos aprueba y tampoco ninguno de los miembros del gobierno. Vivimos en un país donde toda la clase política suspende en valoración de la ciudadanía. Pero ese hastío no parece traducirse en una gran participación política: una resignación que impide el cambio y no exige una política más responsable.
Menos de una cuarta parte de los encuestados han participado el último año en una manifestación (21,2%), han firmado una petición (22%) o han participado en una huelga (18,8%).
Y un dato preocupante que vuelve a mostrar la distancia entre la política real y las redes: sólo un 6,5% han participado en algún blog, foro o grupo de discusión política. El CIS no aclara si en esta pregunta se incluyen formas de participación más amplias como la discusión política en Twitter o Facebook, pero la tendencia es preocupante.
En el barómetro de octubre de 2011 (pdf), sólo el 24,2% de los ciudadanos confesaban informarse de la política en internet con cierta asiduidad. Muy por debajo del casi 92% que ven los telediarios o escuchan la radio con frecuencia y del 48,5% que leen las secciones políticas de los diarios.
Si retrocedemos más hasta abril de 2010 (pdf), el consumo de información política ha bajado. Entonces el 27% se informaban de política en internet y el 51% lo hacían en la prensa.
El agotamiento y la desilusión política no parece canalizarse a la búsqueda de nuevas ideas o de otras voces. Una opinión general que contrasta con la impresión de muchos internautas, volcados en la red como espacio público de discusión e información política principal.
Si esta tendencia se confirma surge una nueva brecha digital y una falta de ideas y movilización preocupante para el futuro de una democracia informada y activa.